Hace menos de un año, nuestras obligaciones parentales nos llevaron a mi mujer y a mí frente a una clase de niños de 5 años en uno de esos «espacios familiares» con los que las escuelas promueven la participación de los padres. Dadas nuestras profesiones, decidimos organizar un juego en el que los niños harían un autorretrato de cuerpo entero, y yo luego les ayudaría a crear una animación con el dibujo, utilizando una sencilla herramienta de inteligencia artificial. Preparamos toda la actividad cuidadosamente, pero cuando llegó el momento de explicarles lo que era esa cosa llamada «inteligencia artificial» que nos iba a ayudar, nos encontramos con caras de pasmo.

Obviamente, no medimos nuestras fuerzas ni la capacidad de un grupo de niños de 5 años para comprender conceptos como «aprendizaje», «automático» o «datos». Acabé recurriendo a un austero «los ordenadores pueden hacer ahora cosas que antes no podían… aunque eso os dé igual», que, por lo menos, me permitió pasar página y mover la actividad. El caso es que, aunque los niños aceptaran «pulpo como animal de compañía», no parecían entender muy bien toda la excitación que los adultos mostraban delante de sus maquinitas.

La generación de mis hijos posiblemente no vaya a tener recuerdos de un mundo no mediado por la IA. Todas aquellas cosas que vayan a ser transformadas se las encontrarán ya más o menos hechas. No tenemos precedentes sobre cómo educar a nuestros hijos acerca de la inteligencia artificial, ni sobre sus competencias puramente técnicas ni sobre sus implicaciones éticas. No por ello podemos dimitir de esta tarea y dejarla en manos ajenas. De lo que nosotros les contemos a día de hoy sobre la IA puede depender cómo evolucione nuestra relación con esta tecnología.

Los preadolescentes ya manejan conceptos tecnológicos más avanzados, con lo que la explicación puede subir de nivel, pero, ¿cómo hablar con mi hija Catinca, de 5 años, sobre la IA? ¿Qué herramientas o actividades puedo ir introduciendo?

¿Qué es la IA?

La inteligencia artificial es una tecnología (o herramienta) que permite entrenar a las máquinas para que puedan aprender, adaptarse y ayudar a los humanos de distintas formas. Mediante ejemplos (datos), enseñamos a las máquinas a leer, a entender imágenes o a realizar cálculos, y poco a poco estas van haciéndose más inteligentes hasta que pueden escribir sus propios textos o crear sus propios dibujos. También pueden ayudarnos a realizar operaciones matemáticas muy complejas y un montón de cosas que pueden hacer nuestra vida más fácil.

En muchas de las cosas que hacemos con máquinas ya utilizamos inteligencia artificial, y a veces no nos damos ni cuenta. Nos ayuda a elegir qué comida queremos pedir, nos dice cuál es el camino más rápido para llegar a un sitio o decide cuál va a ser el próximo video que te sale en YouTube. Otras veces somos conscientes de las cosas que le pedimos, y nos puede dar ideas para disfraces de carnaval, la receta de las tortitas o ayudarnos a estudiar inglés como si fuese un profesor.

Beneficios de la IA en la educación y el desarrollo de los niños

Interactuar con juegos y aplicaciones educativas que utilizan IA puede favorecer la resolución de problemas y el pensamiento crítico. El enriquecimiento de las interacciones es más que evidente. Solo la experiencia de sentarse a chatear con un asistente es fascinante a los ojos de un niño pequeño. Si participamos en esas interacciones y las guiamos, se puede facilitar el aprendizaje de pensamiento computacional y lógico.

Por último, no podemos olvidar que las habilidades relacionadas con el manejo de la IA resultarán fundamentales a corto plazo para afrontar los retos tanto sociales como laborales. Por mucha resistencia que podamos oponer, esta tecnología va a estar presente en la mayor parte de las actividades que realicemos. Conocerla desde edades tempranas, conocer sus límites y posibilidades, puede suponer una ventaja.

Riesgos potenciales y cómo mitigarlos

  • Dependencia y pasividad: Hemos de fomentar su uso como apoyo para desarrollar creatividad, no para sustituirla ni para volcar en ella la creación de ideas.
  • Contenidos inadecuados: Debemos supervisar de forma constante el uso que nuestros menores hagan de herramientas, especialmente aquellas de IA generativa.
  • Privacidad y uso de datos: Es importante concienciar sobre cuestiones de privacidad y el uso de datos personales al trabajar con herramientas de IA.

Algunos consejos para los niños sobre cómo hacer un buen uso de la IA

No te creas todo lo que veas. Hay que comprobar bien las noticias antes de darlas por verdaderas, especialmente si no vienen de fuentes fiables. Hoy en día es muy sencillo crear imágenes, voces o videos que parezcan reales sin serlo.

Usa la IA para aprender y para crear, no solo para jugar. Es una herramienta muy potente, y aunque pueda parecer un juguete, sus posibilidades van mucho más allá. Hay que apoyarse en ella para mejorar, no para hacer el mal.

Ante cualquier duda, pregunta a un adulto. La seguridad, la privacidad y el control deben guiar todas tus acciones cuando utilices IA. Si tienes cualquier tipo de duda, recurre a un adulto para comprobar que estás haciendo lo correcto.

Algunos recursos para explicar IA a los más peques

Machine Learning For Kids

Teachable Machine With Google

Arts And Culture

Storybird

Google Labs

Autodraw