Bluey

Bluey es el último fenómeno de las series de animación para edades a partir de preescolar. La serie de animación australiana lleva 3 temporadas y más de 150 episodios conquistando a padres e hijos de edades tempranas pero muy variadas. La simplicidad del argumento, las aventuras de una familia de perros azules, contrasta con unos desarrollos e ideas que atrapan tanto a los padres como a los hijos.

Normalmente las series de animación con contenido apropiado para edades a partir de 3 años suelen tener un fuerte efecto disuasor en los padres. Uno prefiere arrancarse los oidos antes que oir una cancion más de Cocomelon. Bluey plantea las situaciones corrientes con un humor suficientemente dulce para la sensibilidad de un niño, pero tambien cargado de ironia y autocritica para que los padres puedan disfrutarlo. Bluey facilita la experiencia de visionado conjunto, algo que los estudios señalan como beneficioso para el desarrollo verbal de los pequeños y tambien para favorecer el arraigo mutuo.

El papel del padre, cuidador de los niños, y la madre, que trabaja fuera de casa, ya supone una ruptura frente a los roles tradicionales. Además, Bandit, el papa de Bluey y su hermana Bingo, es tratado con una visión mucho más amable que los estereotipos de padres poco involucrados y despistados. Es un personaje que puede que ejerza la paternidad desde un punto de vista ligeramente infantil, pero siempre lo hace para involucrar a sus hijos y trasmitir valores.

Con todo, ambos padres están igualmente involucrados en la educación de Bluey y Bingo, y muestran debilidades que consiguen despertar nuestra empatía al ver la serie. Nadie es perfecto en el mundo de Bluey, pero todos tratan dar lo mejor de sí para sortear las aventuras cotidianas de esta adorable familia de perritos.