Vaya por delante que he ejercido como programador informático gran parte de mi vida laboral, con lo que la visión que tengo sobre la importancia de esta disciplina puede estar condicionada por el papel que ha jugado en mi propia vida. No lo niego, pero creo, honestamente, que la programación es una de las áreas de conocimiento más fascinantes en las que se puede introducir a un joven. Para todos aquellos que nunca hayan oído hablar de ello, programar consiste en comunicarse directamente con todo tipo de máquinas, desde ordenadores a robots, y crear programas, que son conjuntos de instrucciones con los que ejecutar tareas. Saber programar permite hablar de tú a tú a las máquinas utilizando su propio lenguaje.

Teniendo en cuenta el mundo hipertecnológico en el que vivimos, resulta obvio recalcar las ventajas, profesionalmente hablando, que conlleva saber programar. Hablamos de una habilidad que prácticamente asegura el empleo, presente y futuro. En el anterior artículo hablamos sobre como los nativos digitales no tenían las habilidades que su temprano e intenso contacto con la tecnología les presuponían. Somos poco más que maquinas de ver videos en YouTube y chatear con la familia. Saber programar, en cambio, sí que proporciona una relación totalmente distinta con las nuevas tecnologías. Te sitúa en posición de extraer todo el potencial que la máquina pone a nuestro alcance. Te da la llave con la que puedes comprender como funcionan por dentro todas esas cosas que nos rodean y usamos a diario.

Qué aprendemos aprendiendo a programar

Apreder a programar es una de las mejores formas de trabajar y mejorar el pensamiento computacional. Este proceso esta relacionado con la capacidad de abordar y resolver problemas mediante la abstracción de conceptos, la division en sub-problemas más simples y la busqueda de patrones con los que crear algoritmos. La creación de programas de ordenador con los que realizar tareas es una forma de trabajar todos estos aspectos de forma aplicada, con un objetivo claro y que permite crecer progresivamente en complejidad.

Otro de los aspectos positivos que se obtienen del aprendizaje de programación es el desarrollo de la resiliencia. Mientras creas programas te enfrentas a constantes fallos que has de ir resolviendo hasta lograr el objetivo final. Hay que aprender a enfrentarse a esta frustración y analizar tus propios errores para no volver a repetirlos. Ademas de esto, es una herramienta con la que fomentar la creatividad. Ya no es solo el reto que supone crear desde cero un programa, sino tambien las inacabables posibilidades que ofrece programar convinado con todo tipo de disciplinas artisticas: musica, cine, fotografia…

Las matematicas son el lenguaje en el que se escribe la programación, con lo que esta es una forma divertida y practica de trabajar conceptos que, reconozcamoslo, pueden resultar muy aridos. Los niños pueden aprender bucles o condicionales logicos mientras crean programas o incluso juegos. Todo esto mientras se trabajan otras disciplinas matematicas como pueden ser el calculo o la geometría.

¿A qué edad estamos listos para comenzar?

Programar es difícil. Seamos realistas con nuestras expectativas y no pretendamos que nuestros hijos van a aprender lenguajes de programación de la noche a la mañana o tras ver un par de tutoriales en YouTube. Es una tarea que requerirá un esfuerzo continuado de años y que implica un aumento progresivo en la complejidad de lo que vamos aprendiendo en el camino. Los conceptos básicos de programación pueden ser más o menos sencillos, pero es un área de conocimiento enorme que evoluciona rápidamente y requiere de una actualización constante. Pero no conviene desesperarse. Desde los primeros pasos, programar es una actividad divertida y que realmente engancha. Gimnasia para ese músculo llamado cerebro.

Desde los 4 años el cerebro de un niño puede estar preparado para empezar a comprender algunos conceptos básicos relacionados con la programación. Por supuesto, no es realista pensar que va a aprender algún lenguaje, por muy sencillo que sea, pero se puede empezar planteando juegos y actividades «offline» que introduzcan conceptos como secuenciación, iteraciones o reconocimiento de patrones. Podemos utilizar Lego para crear series de colores, o también crear nuestros propios juegos con cartas y tableros para trabajar la creación de algoritmos con los que mover una pieza en el tablero. Una sencilla búsqueda en internet nos dará múltiples ideas de juegos con los que empezar a trabajar conceptos básicos con los más peques, y si por si acaso no lo encuentras, te dejo algunos enlaces aquí o aquí.

Algunos recursos con los que empezar en el mundillo de la programación

A los 6 años se puede comenzar a introducir conceptos y herramientas más complejas, sobre todo a partir del desarrollo de la escritura y lectura. Uno de los apoyos más completos a la hora de aprender a programar son los lenguajes por bloques como Scratch. Estos facilitan enormemente las reticencias iniciales al código escrito mediante una interfaz mucho más amigable e intuitiva. Scratch, creado por el prestigioso MIT, es la piedra angular sobre la que se han construido muchos otros proyectos enfocados en la enseñanza de programación.

  • Code.org es una organización sin fines de lucro dedicada a ampliar el acceso a las ciencias de la computación en las escuelas y aumentar la participación de las mujeres jóvenes y estudiantes de otros grupos no suficientemente representados. Ofrece multitud de recursos educativos y herramientas de codigo por bloques que permiten crear programas de ordenador y tambien apps para dispositivos moviles.
  • Lego ofrece dos proyectos con los que aprender programación. Lego BOOST permite, a partir de los 7 años, crear modelos con motores y sensores para dar vida después a tus creaciones mediante sencillos comandos de programación basados en iconos. Lego MINDSTORM es un set de construcción programable orientado a la robótica que permite construir, reconstruir, programar y controlar 17 tipos de robots LEGO.
  • Hora del código es un movimiento global con presencia en más de 180 países donde estudiantes de todo el mundo crean y comparten recursos con los que facilitar el aprendizaje de la programación. Las lecciones toman la forma de talleres / actividades que pueden ser planificadas y realizadas en una hora.
  • Minecraft, el popular juego de universo abierto, ofrece una versión , Minecraft Education Edition, con funcionalidades restringidas y una gran cantidad de recursos para el profesorado. No solo se pueden trabajar conocimiento relativo a la programación, sino que los recursos disponibles abarcan todo el curriculum de la enseñanza básica. Minecraft busca convertirse en una primera aproximación al tan manido concepto de «metaverso».
  • Arduino es una placa base creada con licencia open source y que se utiliza en todo el mundo para la enseñanza de programación de interficies físicas. Arduino permite ser programada y luego utilizada con todo tipo de motores, sensores y puertos de comunicación. Es un proyecto global que acerca la enseñanza de la electrónica a todo el mundo.

Estos son solo algunos de los proyectos más conocidos, pero desde la popularización del modelo de enseñanza STEM cada vez son más las comunidades de educadores que comparten sus recursos propios. Además, existen muchas apps que permiten, a través de juegos, introducirse poco a poco en los conceptos básicos. Por recomendar algunas diría: Code Karts, Coding Safari, Kodable o a un nivel más avanzado Lightbot.

Cualquier area, como ocurre con la impresion 3D o la creación de páginas web, puede activar el interes por entender como funcionan esas endemoniadas maquinas que nos rodean. Es importante que recordemos que aprender a programar exige práctica y sobre todo mucha resistencia a la frustración. Quizas en el proceso de acompañar a nuestros peques en el mundo de la programacion a alguno de vosotros le pique el gusanillo y decida meterse a fondo en esta apasionante disciplina.