Ya está aquí el 2023, y como cada comienzo de año nos preparamos para redactar nuestra lista de propósitos y convertirnos en mejores personas. Nos apuntaremos al gimnasio, dejaremos de fumar, nos haremos vegetarianos y aprenderemos a tocar el clarinete. Quizás de todos esos deseos algunos sobrevivan y encuentren la motivación necesaria para ser llevados a cabo, pero no nos engañemos, la inmensa mayoría serán enterrados bajo el peso de un día a día frenético que deja poco margen para la buena voluntad. Aun así no todo tienen que ser fracasos. Para aquellos que todavía creen en su capacidad de cambio, Papitek quiere dejar una lista de propósitos con los que mejorar nuestros hábitos tecnológicos y los de nuestra familia.
Como no hay mejor manera de educar que haciéndolo a través del ejemplo, conviene fijarnos en el uso que nosotros hacemos de la tecnología antes de reprochar nada a nuestros hijos. Si bien es cierto que nuestra condición de adultos nos otorga ciencias licencias, tampoco conviene caer en aquello de «cuando seas padre comerás dos huevos» y pensar que podemos hacer los que nos salga de la pituitaria al mismo tiempo que pedimos a nuestros hijos que hagan exactamente lo contrario. Veo un montón de padres y madres por ahí con la nariz pegada al móvil que luego se quejan amargamente del uso abusivo que sus hijos hacen de las pantallas.
Así que nada mejor que predicar con el ejemplo y hacer propósito de enmienda. Cambiar hábitos resulta tremendamente complicado, así que es necesario, antes de abordarlo, que reflexiones sobre dos puntos:
- Encontrar tu motivación para el cambio (por qué)
- Reforzar tu compromiso con el cambio (como)
Tomate tu tiempo para explorar estas dos cuestiones antes de empezar a actuar, de tal forma que podrás recurrir a las respuestas que hayas encontrado cuando la fuerza de voluntad empiece a flaquear.
Y sin más dilación, que el post ya está empezando a tener un tufillo a autoayuda, paso a proponeros una serie de cambios que podéis intentar para convertiros en más y mejores Papiteks.
Estar más tiempo con tus hijos
Propósito numero uno sobre cualquier otro. Olvídate de la falacia del «tiempo de calidad». Trata de aprovechar hasta el último segundo que puedas para estar con tus hijos, da igual lo que hagas. Ir al parque, ayudarles a hacer los deberes, ver una película o jugar a videojuegos. Cada momento que inviertas en ellos te será devuelto en forma de aprendizaje y refuerzo de la confianza.
Tener momentos y espacios libres de tecnología
Conviene buscar momentos del día, o lugares, que queden libres del uso de cualquier tecnología para volver a recuperar las interacciones físicas y mejorar nuestra relación de dependencia con aparatos como el teléfono movil. Estas son algunas opciones:
- No usar el teléfono durante cenas, al volver del trabajo o a primera hora de la mañana
- Elegir un día de la semana y decláralo «día libre de tecnología»
- No tener el teléfono en la habitación donde dormimos. Se puede usar el clásico despertador
- Dejar el teléfono en casa si se sale con amigos
- No usar el teléfono mientras estas en el sofá (o en algún otro sitio de la casa)
Reducir el nivel de distracción y mejorar la capacidad de concentración
Los teléfonos móviles son máquinas de destrucción de atención. Su capacidad de distraernos en cualquier momento y de disipar cualquier necesidad de concentración es ilimitada. Sin lugar a dudas, uno de nuestros propósitos debería de ser mejorar esta situación y estar más pendientes en cada momento de lo que nos ocupa, especialmente si es nuestra familia. Aquí van algunas ideas:
- Desinstalar aplicaciones «adictivas» del móvil
- Fijar tiempos máximos de uso en determinadas aplicaciones
- Desactivar las notificaciones que no sean estrictamente necesarias por trabajo o familia
- Utilizar redes sociales solo desde el ordenador y no desde el móvil
- Dejar el móvil en otra habitación cuando se está con la familia
- Revisar el correo solo en determinados momentos, por ejemplo, cada dos horas
Mejorar tu concienciación sobre el uso de la tecnología
Hemos llegado a un punto en el que usamos la tecnología sin llegar a cuestionarnos la forma en que lo hacemos. Es necesario tomar conciencia del uso que estamos haciendo de ella y cuestionarnos si es el correcto. Para ello hay una serie de acciones que podemos llevar a cabo:
- Utiliza una aplicación de «tiempo de pantalla» o «screen time» para medir el uso diario que haces de tu dispositivo móvil y lleva una cuenta de tu progreso
- Cambiar periódicamente la posición del icono de tus aplicaciones más frecuentes para evitar abrirlas de forma inconsciente.
- Busca usos alternativos del teléfono (puzzles, leer newsletters, escribir…) para evitar caer en el scroll infinito de las redes sociales
- Revisa tus contactos en redes sociales y elimina aquellos que no te hagan sentir bien o induzcan sentimientos negativos
Usar la tecnología de forma positiva
No todos los usos que hagamos de la tecnología tienen que ser perniciosos. Existen multitud de aplicaciones que nos pueden ayudar a mejorar nuestra salud, tanto física como mental. Meditar, hacer ejercicio físico o gestionar mejor nuestro tiempo son propósitos para los que la tecnología nos puede echar un cable. Aquí van algunos consejos para utilizar tu teléfono de forma más constructiva:
- Contacta a tus amigos por texto para saber de ellos al menos una vez a la semana
- Haz una videoconferencia con un amigo al menos una vez a la semana
- Organiza y crea álbumes con aquellas fotos que te traen buenos recuerdos
- Desarrolla alguna nueva afición utilizando los múltiples recursos online. Puedes aprender a tocar la guitarra, a cocinar sushi o a programar, para todo ellos encontrarás recursos disponibles
Hasta aquí este post de bienvenida al nuevo año. Esperemos que nos traiga a todos un buen puñado de grandes momentos, experiencias que nos hagan mejores Papiteks y, sobre todo, salud para todos vosotros y vuestras familias.
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